PERSONAJES
POPULARES COLONENSES
Cuando en febrero del año 1.989 inicié mi
investigación sobre la ciudad de San Juan de Colón, jamás vislumbré que
llegaría a un conocimiento tan profundo y tan amplio de su historia, de su
gente, de sus tradiciones, de su gentilicio y de su cultura en general.
Inicialmente el camino fue confuso y la investigación árida, pero con voluntad
férrea fui reuniendo piezas sueltas hasta que un buen día comencé a armar el
rompecabezas que significaba todo el desconocimiento de nuestra historia, de
nuestra idiosincrasia, de nuestra identidad.
Crasos errores, repetidos mil veces en
diferentes publicaciones y por diferentes
autores ya eran tenidos por hitos, por verdades fundamentales de nuestra
historia, pero al iniciar la confrontación de puntos de vista, comparar
artículos periodísticos, escudriñar polvorientos documentos, poco a poco, con
la paciencia que da el lento pero seguro método de investigación propuesto y
seguido, pude comenzar a eregir el hermoso edificio de nuestra historia.
Todo lo atado se desató; lo oscuro se
despejó; donde parecía difícil llegar, viejos textos abrieron caminos, la
meta hasta ahora lejana y perdida a años luz de nuestras manos comencé a
tenerla al alcance, mientras la dulzura del triunfo ufanaba la pluma sobre la
cuartilla.
Así nació el libro inédito “San Juan de Colón, Su Historia y su Gente” conformando por 22 capítulos distribuidos a lo
amplio de unas 1.200 páginas, prologadas por el poeta colonense William José
Delgado Alviárez. A este libro le siguieron otros -inéditos también- titulados:
San Juan de Colón, Ensueño de Poetas;
Ramón J. Velázquez, Un Colonense cabal para la Venezuela del siglo XX ; y José Ceferino Chacón, Un Mendigo del Progreso, libros a los
cuales la municipalidad de Ayacucho jamás prestó atención, ni siquiera se
dignó revisarla
Hoy,
todavía albergo la esperanza de verlos publicados, para ello he
redoblado mis esfuerzos personales, y he iniciado una nueva estrategia a nivel
editorial para garantizar el éxito de la empresa. Con este fin, el 10 de Diciembre de 1.992 fundé una
asociación civil con el nombre de “Biblioteca
de Identidad Colonense” la cual he regentado desde su inicio pero con muy
poco éxito ya que el trabajo en pro de la publicación de los citados libros,
sigue siendo el personal, no existe acompañamiento, el esfuerzo no encuentra
eco, mientras tanto los actuales costos hacen más difícil el empeño, pero sigo
luchando, no quiero rendirme, existe algo en mí que me impulsa, que me hace ir
más allá de mi capacidad real de lucha. Ahora tengo una ventaja a mi favor: sé
que lucho solo, que la “Biblioteca de
Identidad Colonense “es una empresa personal a pesar de estar constituida
en asociación.
Dentro de mi nueva estrategia concebí
entregar en manos del Dr. Ramón J. Velázquez copia de los cuatro libros con la
ilusión de que un día, su corazón de buen colonense se digne en darle vida a nuestra historia a través de la publicación
de alguno de estos libros. También opté por separar un capitulo del libro de “San Juan de Colón , Su
Historia y su Gente”, y constituir un nuevo libro. No fue fácil tomar la
decisión pero tenía que abrir nuevos caminos editoriales. Es así como con las
páginas del capítulo 13 del citado
libro, trazadas en torno a la vida de los personajes populares de nuestra
ciudad, surgió a la vida “ Personajes
Populares Colonenses ”, libro que viene a rescatarme de este marasmo en que
me hallo sumergido.
Publicar este libro es como nacer de
nuevo, es sentir que la oscuridad se desvanece y que el aire llena mis pulmones
de vida, porque el escritor necesita escribir para sentirse vivo y necesita ser
leído y comentando para darle va a la letra que enclaustrada en la inedicción
está muerta en la soledad de las cuartillas estériles... “ Personajes Populares Colonenses ” es mi ágora, y a sus páginas
vengo a refrescarme en compañía de mis amigos, los personajes típicos, populares o folklóricos - cualquier acepción
es válida -. Me acompañan también en gesto de humildad, cuatro hombres notables
de la crónica colonense don Seleucio Maldonado elegante escritor, poeta y fino
prosista; el Cap. (r) Rubén Darío Ramírez, escritor de estilo pintoresco y aeda
de alto vuelo: el Sr. Jesús Velázquez, periodista de dilatada trayectoria; y Florencio Pérez, ensayista, poeta, quienes a través del verbo nos harán sentir toda la vivencia y la fuerza humana de
los protagonistas inéditos de este libro. La anécdota, finamente trabajada por
estos orfebres de la palabra, salta de las páginas y nos lleva hasta ellas y
nos hace participes de sus acciones, de sus vivencias...
Sobre mi trabajo creo firmemente que
el juicio corresponde a la história; la posteridad me juzgará en cuerpo entero,
porque el ahora es prematuro. Sólo quiero consignar en manos del lector las
semblanzas de estos hombres y estas mujeres que con su gracia imnata y su
condición especial construyen la otra historia de nuestra ciudad. Para mí lo
importante no es la parte literaria sino realmente la crónica, en este caso, la
semblanza como crónica, como testimonio; lo literario lo dejo a otros más
dotados, más instruidos. Lo mío es la
historia, el rescate de los valores autóctonos, de nuestra identidad, claro
está que he puesto todo el tesón y todo mi empeño en hacer las cosas bien. Sé
que mi amor por la historia, por mi ciudad, por su gente no suple mis
deficiencias literarias, pero nadie podrá negar que éste es un homenaje
merecido a sus protagonistas y que este libro llena un gran vació cultural y
folklórico en nuestra historia...
Los personajes típicos son
seres especiales, maravillosos, que Dios El Creador, nos ha legado para que en
nuestro trato cotidiano con ellos, refinemos nuestro carácter y agucemos
nuestra sensibilidad social y humana.
Estos seres admirables deben ser
protegidos por leyes especiales y debe brindárseles todo el cariño posible para
que sus delicados sentimientos no sufran deformaciones ni den cabida al odio o al resentimiento.
En estas páginas quedarán chasqueados
todos aquellos lectores que vengan a ellas con el anhelo de leer historias sarcásticas o de
mofa. También se chasquearán aquellos que en su juicio vago e inmaduro crean
que estas son semblanzas de locos y seres con defectos físicos o mentales. Aquí
en estas páginas el lector sólo hallará la historia humana y sentida de seres
excepcionales que con sus peculiaridades
naturales o adquiridas dan otro matiz, más ameno, más audaz a nuestra historia,
a nuestra gentilicio...
Los personajes típicos,
populares o folklóricos son como niños pero de avanzada edad, su sensibilidad y
su inocencia – no en todos los casos – nos llega hondo; nos conmueve profundo,
tocan nuestras fibras más ásperas y endurecidas y las suavizan y las
enternecen, tocan exactamente los
sentimientos más nobles y fraternales que podamos poseer los seres humanos, los
mismos sentimientos que despiertan el amor filial y la inocencia y la
sensibilidad de todos los niños del mundo...
Por otra parte, el autor desea pedir disculpas anticipadas
a los lectores por las omisiones
cometidas a través de las páginas de este libro. Omisiones involuntarias muchas
de ellas, pero al fin de cuentas omisiones. La recopilación y la selección de
los datos y las semblanzas de los personajes típicos contenidas en estas
páginas ha sido natural y por grado de aceptación y popularidad, Sé que he
incurrido en errores de simpatía y desvalances en mi humano juicio, no me
excuso, pero aludo factores importantes
como, falta de presupuesto adecuado para ampliar la paginación, falta de
colaboración de algunas personas a las que acudí con buena voluntad de compartir
el honor de estas cuartillas entrañan y al desanimo que ahora viste mi ser
como penumbra en esta espera casi inútil
de la mano prodigiosa que diera vida a mi proyecto editorial.
Nombres como: La Pava Dominga ,
Sebastian Grillo, Fadeo, La
Loca Macaria , Marcos Kiludo, María sin Te ...
y otros han debido figurar aquí, pero por los factores antes mencionados
he tenido que prescindir de ellos; tal
vez más adelante se puedan reunir sus semblanzas en un tomo separado y
complementario a éste.
Queda solamente pedir a Dios que
con este trabajo contribuya a enaltecer
el gentilicio, la idiosincrasia y la identidad de los colonenses, también
aspiro en el Señor que este no sea mi último esfuerzo por enriquecer el acervo cultural de la amada Ciudad de las
Palmeras, pues creo que es necesario redoblar esfuerzos para qué la Biblioteca
de Identidad Colonense pueda accesar en un futuro inmediato a nuevas formas de
financiamiento, a fin de llevar a la
realidad los proyectos editoriales que
aún permanecen inéditos.
Jorge
Omar Alviárez Mora
San Juan de Colón, 28 de Septiembre de
1.997.
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